Los muebles de madera duran mucho más de lo que nos imaginamos al comprarlos, por lo que es bastante habitual tener desperdigados por casa varias sillas y sillones en perfecto estado, pero con los asientos desgastados o con estampados pasados de moda que nos horrorizan. Aquí entra en juego el tapizado, una actividad manual que engancha a más de uno y de dos.

Cualquier persona puede tapizar, hasta la menos manitas que existe, ya que requiere materiales muy sencillos de utilizar y se tarda poco en cogerle el truco. Sin embargo, es normal que las primeras veces tengamos unos resultados no tan óptimos como nos gustaría. Para intentar evitar esto lo máximo posible, te dejo una serie de trucos para que evites los típicos errores de novatos.

1. Usar una tela adecuada

Es lo primero que debemos buscar y, por suerte, existen infinidad de telas para tapizar, de tantas texturas y colores como gustos existentes. Debemos coger una medida superior a la del asiento que nos permita trabajar con comodidad, y debe presentar cierta resistencia para que pueda aguantar la presión de la espuma y de quien se siente encima. La guata es una de las mejores telas para tapizar sillas que podemos usar.

2. Retirar el tapizado viejo y preparar el mueble.

Lo mejor para retirar los clavos anteriores es ayudarnos de un destornillador, desclavador o sacagrapas. Es recomendable usar cierta protección, ya que puede ser que algunos estén oxidados.

Una vez que tenemos la estructura sin la tela antigua, es momento de lijar, arreglar los pequeños imperfectos que pueda tener la madera y echar una mano de barniz para asegurar de que dure más años. También debes comprobar y asegurar que las cinchas estén fijadas al bastidor.

3. Une varias capas de espuma

La altura de la espuma para tapizar dependerá de la altura que le queramos dar a nuestra silla. Lo mejor es unir las diferentes capas con cola de contacto para formar un solo componente que nos sea mucho más fácil de manejar y asegurar con grapas. Debemos poner la capa de altura encima y una fina por debajo del asiento para un resultado de 10.

4. Grapar y rematar la tela

Llegó el momento decisivo, y evitar arrugas no deseadas es más fácil de lo que piensas. Debes utilizar herramientas adecuadas, y el mejor consejo que se puede dar es empezar grapando por el centro de cada lateral y poner dos grapas por cada lado, de manera alternada, progresivamente y estirando bien la tela.

Para acabar de pulir todo, lo mejor es recortar un trozo de la tela sobrante y graparla alrededor de la zona de grapas anterior,. Esto funciona a modo de remate y disimula las imperfecciones.