La medicina estética es una especialización que permite a profesionales médicos cualificados realzar de forma segura la belleza de una persona mediante el uso de tratamientos láser no invasivos y regímenes personalizados de cuidado de la piel.

Visitar una clínica de medicina estética puede aportar muchos beneficios a quienes están interesados en mejorar su aspecto general. Estas clínicas facilitan la consecución de los resultados estéticos deseados, a menudo por una fracción del coste en comparación con otros procedimientos cosméticos.

Además, las clínicas de medicina estética de renombre se enorgullecen de ofrecer a los pacientes un atento servicio de atención al cliente y acceso a profesionales con gran experiencia para que disfruten de una experiencia relajada y gratificante.

Los beneficios de la medicina estética

La medicina estética es una creciente especialización de la asistencia sanitaria que se centra en mejorar el aspecto y el funcionamiento de las imperfecciones físicas. Esto puede reducir el estrés, mejorar la confianza en uno mismo y usarse como tratamiento para acné y cicatrices.

Mediante tratamientos regulares, la medicina estética también mejora la elasticidad de la piel, tensa los tejidos flácidos, elimina las arrugas y quita años de encima. Dado que estos tratamientos suelen dirigirse a zonas clave, cada vez se presta más atención a los rasgos específicos que se desean mejorar o realzar.

Como resultado, cualquier rasgo que desee cambiar en su cuerpo o rostro puede tratarse con medicina estética en lugar de con alternativas invasivas. En conjunto, esto significa que la medicina estética aporta beneficios tanto científicos como emocionales, que conducen a una mejora de la expresión personal y la curación física.

¿A partir de qué edad se pueden realizar tratamientos de medicina estética?

Aunque la edad a la que pueden realizarse tratamientos de medicina estética depende de diversos factores, el consenso general es que es seguro empezar a tratar a los niños a partir de los 13 años. Esta edad suele marcar el momento en que las personas se sienten acomplejadas por su aspecto y buscan tratamientos.

Como los avances de la medicina estética avanzan a pasos agigantados cada año, a menudo se dispone de herramientas para tratar con seguridad a personas cada vez más jóvenes. Sin embargo, es importante evaluar cada caso cuidadosamente antes de administrar cualquier tratamiento e implicar tanto a los padres como a los proveedores en la discusión.

Además, aunque la edad es un factor importante, hay que tener en cuenta otras consideraciones, como la gravedad de la afección o la respuesta fisiológica del paciente al tratamiento al que se somete.

En definitiva, los tratamientos estéticos pueden beneficiar a personas de todas las edades, pero sólo deben realizarse con la aprobación de un médico y prestando especial atención a los menores de edades más frágiles.